Explicación, estudio y comentario bíblico de Números 14:26-45 verso por verso
Entonces el SEÑOR habló a Moisés y a Aarón diciendo:
— ¿Hasta cuándo he de soportar a esta perversa congregación que se queja contra mí? ¡Yo he oído las quejas que los hijos de Israel hacen contra mí!
Diles: “¡Vivo yo, dice el SEÑOR, si no hago con ustedes conforme a lo que han hablado a mis oídos!
En este desierto caerán sus cadáveres, todos los que fueron contados en su censo, de veinte años para arriba, y que han murmurado contra mí.
A la verdad, no son ustedes los que entrarán en la tierra por la cual alcé mi mano jurando que los haría habitar en ella, con la excepción de Caleb hijo de Jefone y de Josué hijo de Nun.
Pero a sus pequeños, de quienes dijeron que serían una presa, a ellos yo los introduciré, y ellos conocerán la tierra que ustedes han despreciado.
En cuanto a ustedes, sus cadáveres caerán en este desierto.
Sus hijos andarán errantes en el desierto durante cuarenta años. Ellos llevarán la paga de las infidelidades de ustedes hasta que sus cadáveres sean consumidos en el desierto.
Conforme al número de los cuarenta días en que exploraron la tierra, cargarán con sus iniquidades durante cuarenta años: un año por cada día. Así conocerán mi disgusto”.
Yo, el SEÑOR, he hablado; ciertamente esto haré a toda esta perversa congregación que se ha reunido contra mí. En este desierto serán consumidos, y aquí morirán.
Los hombres que Moisés envió a explorar la tierra y que de regreso hicieron murmurar contra él a toda la asamblea, desacreditando aquella tierra,
esos hombres que habían desacreditado la tierra murieron delante del SEÑOR, a causa de la plaga.
Pero Josué hijo de Nun y Caleb hijo de Jefone quedaron con vida entre aquellos hombres que habían ido a explorar la tierra.
Moisés dijo estas cosas a todos los hijos de Israel, y el pueblo se afligió mucho.
Después se levantaron muy de mañana para subir a la cumbre del monte, diciendo: — Henos aquí, vamos a subir al lugar del cual ha hablado el SEÑOR, porque hemos pecado.
Pero Moisés dijo: — ¿Por qué traspasan el mandato del SEÑOR? Esto no les saldrá bien.
No suban, porque el SEÑOR no está entre ustedes. No sean derrotados delante de sus enemigos.
Pues los amalequitas y los cananeos están allí ante ustedes, y caerán a espada. Porque han dejado de seguir al SEÑOR, por eso el SEÑOR no estará con ustedes.
Sin embargo, se atrevieron a subir a la cumbre del monte, aunque ni el arca del pacto del SEÑOR ni Moisés se movieron de en medio del campamento.
Entonces descendieron los amalequitas y los cananeos que habitaban en aquella región montañosa, y los hirieron y los destrozaron hasta llegar a Horma.