Explicación, estudio y comentario bíblico de Números 16:1-19 verso por verso
Coré hijo de Izjar, hijo de Cohat, hijo de Leví; Datán y Abiram, hijos de Eliab, y On hijo de Pelet, hijos de Rubén, tomaron gente
y se levantaron contra Moisés, junto con doscientos cincuenta hombres de los hijos de Israel, dirigentes de la congregación, nombrados de la asamblea y hombres de renombre.
Ellos se juntaron contra Moisés y contra Aarón, y les dijeron: — ¡Basta ya de ustedes! Porque toda la congregación, todos ellos son santos, y el SEÑOR está en medio de ellos. ¿Por qué, pues, se enaltecen ustedes sobre la asamblea del SEÑOR?
Cuando Moisés lo oyó, se postró sobre su rostro,
y habló a Coré y a todo su grupo, diciendo: — El SEÑOR dará a conocer mañana por la mañana a los que son suyos. A quien sea santo lo hará que se acerque a él, y a quien escoja lo hará que se acerque a él.
Hagan esto, Coré y todo tu grupo: Tomen incensarios.
Mañana pongan fuego en ellos, y pongan en ellos incienso delante del SEÑOR. El hombre a quien el SEÑOR escoja, aquel será santo. ¡Basta ya de ustedes, oh hijos de Leví!
Moisés también dijo a Coré: — Escuchen, por favor, hijos de Leví:
¿Les parece poca cosa que el Dios de Israel los haya apartado de la congregación de Israel y los haya acercado a sí mismo para realizar el servicio del tabernáculo del SEÑOR y para estar delante de la congregación a fin de servirles?
Él te ha traído a su lado, y contigo a todos tus hermanos, los hijos de Leví. ¿Y procuran también el sacerdocio?
Por tanto, contra el SEÑOR se han juntado tú y todo tu grupo, pues ¿quién es Aarón, para que murmuren contra él?
Entonces Moisés mandó llamar a Datán y a Abiram, hijos de Eliab, pero ellos respondieron: — ¡No iremos!
¿Te parece poca cosa que nos hayas hecho venir de una tierra que fluye leche y miel a fin de hacernos morir en el desierto, para que también insistas en enseñorearte sobre nosotros?
Tampoco nos has traído a una tierra que fluye leche y miel, ni nos has dado heredades de campos y viñas. ¿Vas a sacar los ojos a estos hombres? ¡No iremos!
Entonces Moisés se enojó muchísimo y dijo al SEÑOR: — ¡No aceptes su ofrenda! Ni siquiera un asno he tomado de ellos, ni a ninguno de ellos he hecho daño.
Después Moisés dijo a Coré: — Preséntense mañana tú y todo tu grupo delante del SEÑOR; tú, ellos y Aarón.
Tomen cada uno su incensario y pongan en ellos incienso. Y acérquense delante del SEÑOR, cada uno con su incensario, doscientos cincuenta incensarios; también tú y Aarón, cada uno con su incensario.
Tomaron cada uno su incensario, pusieron en ellos fuego, echaron en ellos incienso, y se pusieron de pie con Moisés y Aarón a la entrada del tabernáculo de reunión.
Coré ya había reunido contra ellos a toda la congregación a la entrada del tabernáculo de reunión. Entonces la gloria del SEÑOR se apareció a toda la congregación.