Explicación, estudio y comentario bíblico de Números 16:6-25 verso por verso
Hagan esto, Coré y todo tu grupo: Tomen incensarios.
Mañana pongan fuego en ellos, y pongan en ellos incienso delante del SEÑOR. El hombre a quien el SEÑOR escoja, aquel será santo. ¡Basta ya de ustedes, oh hijos de Leví!
Moisés también dijo a Coré: — Escuchen, por favor, hijos de Leví:
¿Les parece poca cosa que el Dios de Israel los haya apartado de la congregación de Israel y los haya acercado a sí mismo para realizar el servicio del tabernáculo del SEÑOR y para estar delante de la congregación a fin de servirles?
Él te ha traído a su lado, y contigo a todos tus hermanos, los hijos de Leví. ¿Y procuran también el sacerdocio?
Por tanto, contra el SEÑOR se han juntado tú y todo tu grupo, pues ¿quién es Aarón, para que murmuren contra él?
Entonces Moisés mandó llamar a Datán y a Abiram, hijos de Eliab, pero ellos respondieron: — ¡No iremos!
¿Te parece poca cosa que nos hayas hecho venir de una tierra que fluye leche y miel a fin de hacernos morir en el desierto, para que también insistas en enseñorearte sobre nosotros?
Tampoco nos has traído a una tierra que fluye leche y miel, ni nos has dado heredades de campos y viñas. ¿Vas a sacar los ojos a estos hombres? ¡No iremos!
Entonces Moisés se enojó muchísimo y dijo al SEÑOR: — ¡No aceptes su ofrenda! Ni siquiera un asno he tomado de ellos, ni a ninguno de ellos he hecho daño.
Después Moisés dijo a Coré: — Preséntense mañana tú y todo tu grupo delante del SEÑOR; tú, ellos y Aarón.
Tomen cada uno su incensario y pongan en ellos incienso. Y acérquense delante del SEÑOR, cada uno con su incensario, doscientos cincuenta incensarios; también tú y Aarón, cada uno con su incensario.
Tomaron cada uno su incensario, pusieron en ellos fuego, echaron en ellos incienso, y se pusieron de pie con Moisés y Aarón a la entrada del tabernáculo de reunión.
Coré ya había reunido contra ellos a toda la congregación a la entrada del tabernáculo de reunión. Entonces la gloria del SEÑOR se apareció a toda la congregación.
Y el SEÑOR habló a Moisés y a Aarón diciendo:
— Apártense de en medio de esta congregación, pues voy a consumirlos en un instante.
Ellos se postraron sobre sus rostros y dijeron: — Oh Dios, Dios de los espíritus de todo ser humano: Cuando un solo hombre peca, ¿te has de enfurecer contra toda la congregación?
Entonces el SEÑOR habló a Moisés y le dijo:
— Habla a la congregación diciendo: “Apártense de los alrededores de las moradas de Coré, Datán y Abiram”.
Moisés se levantó y fue a donde estaban Datán y Abiram. Y los ancianos de Israel fueron tras él.