Explicación, estudio y comentario bíblico de Números 19:11-19 verso por verso
“El que toque el cadáver de cualquier persona quedará impuro durante siete días.
Él deberá purificarse con aquella agua en el tercer día y en el séptimo día y quedará puro. Si no se purifica en el tercer día y en el séptimo día, no quedará puro.
Todo el que toque un cadáver, el cuerpo de alguien que ha muerto, y que no se purifica, contaminará el tabernáculo del SEÑOR. Esa persona será excluida de Israel, por cuanto el agua para la impureza no fue rociada sobre él. Aún queda impuro, y su impureza permanece sobre él.
“Estas son las instrucciones para cuando alguno muera en una tienda: Todo el que entre en la tienda, y todo el que se encuentre en ella, quedará impuro durante siete días.
Toda vasija abierta que no tenga tapa ajustada será inmunda.
“Cualquiera que en campo abierto toque a quien haya sido muerto a espada, un cadáver, algún hueso humano o alguna tumba, quedará impuro durante siete días.
Para el que esté impuro, tomarán parte de la ceniza de la vaca quemada por el pecado y sobre ella echarán agua fresca en una vasija.
Una persona que esté pura tomará hisopo y lo mojará en el agua. Luego rociará la tienda, todos los utensilios, a las personas presentes, y al que tocó un hueso, uno que ha sido matado, un cadáver o una tumba.
El que esté puro rociará sobre el impuro en el tercero y en el séptimo día. Después de purificarlo en el séptimo día, este lavará su ropa y lavará su cuerpo con agua; y al anochecer será puro.