Explicación, estudio y comentario bíblico de Números 22:25-30 verso por verso
El asna vio al ángel del SEÑOR y se pegó contra la cerca, presionando la pierna de Balaam contra la cerca. Y este volvió a azotarla.
El ángel del SEÑOR pasó más adelante, y se puso de pie en un lugar angosto, donde no había espacio para apartarse a la derecha ni a la izquierda.
El asna, al ver al ángel del SEÑOR, se recostó debajo de Balaam. Y este se enojó y azotó al asna con un palo.
Entonces el SEÑOR abrió la boca del asna, y esta dijo a Balaam: — ¿Qué te he hecho para que me hayas azotado estas tres veces?
Balaam respondió al asna: — ¡Porque te burlas de mí! ¡Ojalá tuviera una espada en mi mano! ¡Ahora mismo te mataría!
El asna dijo a Balaam: — ¿Acaso no soy yo tu asna? Sobre mí has montado desde que me tienes hasta el día de hoy. ¿Acaso acostumbro hacer esto contigo? Y él respondió: — No.