• Números 23:16

    Entonces el SEÑOR vino al encuentro de Balaam y puso palabra en su boca, diciéndole: — Vuelve a donde está Balac, y háblale así…

  • Números 23:17

    Después volvió a Balac, y he aquí que este estaba de pie junto a su holocausto, y con él los principales de Moab. Y Balac le preguntó: — ¿Qué ha dicho el SEÑOR?

  • Números 23:18

    Entonces él pronunció su profecía y dijo: “Balac, levántate y escucha; préstame atención, oh hijo de Zipor.

  • Números 23:19

    Dios no es hombre para que mienta, ni hijo de hombre para que se arrepienta. Él dijo, ¿y no lo hará? Habló, ¿y no lo cumplirá?

  • Números 23:20

    He aquí, yo he recibido la orden de bendecir. Él ha bendecido, y no lo puedo revocar.

  • Números 23:21

    “Él no ha notado iniquidad en Jacob, ni ha visto maldad en Israel. El SEÑOR su Dios está con él; en medio de él hay júbilo de rey.

  • Números 23:22

    Dios, que lo ha sacado de Egipto, es para él como los cuernos de un toro salvaje.

  • Números 23:23

    No hay encantamiento contra Jacob ni adivinación contra Israel. Ahora se dirá de Jacob y de Israel: ‘¡Lo que Dios ha hecho!’.

  • Números 23:24

    ¡He aquí un pueblo que se levanta como leona, que se yergue como león! No se echará hasta que coma la presa y beba la sangre de los que ha matado”.

  • Números 23:25

    Entonces Balac dijo a Balaam: — Ya que no lo maldices, ¡por lo menos no lo bendigas!

  • Números 23:26

    Luego Balaam respondió y dijo a Balac: — ¿No te he dicho que todo lo que el SEÑOR diga, eso he de hacer?

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