Explicación, estudio y comentario bíblico de Números 31:14-30 verso por verso
Y Moisés se enojó contra los oficiales del ejército, contra los jefes de millares y de centenas que volvían de la campaña militar,
y les dijo: — ¿Han dejado con vida a todas las mujeres?
¡He aquí ellas fueron las que vinieron a los hijos de Israel, por consejo de Balaam, para que ellos actuaran contra el SEÑOR en el asunto de Peor, por lo que hubo mortandad en la congregación del SEÑOR!.
Ahora pues, maten a todos los niños varones y a toda mujer que haya tenido relaciones sexuales con varón.
Pero dejen vivas para ustedes a todas las muchachas de entre las mujeres que no hayan tenido relaciones con varón.
Moisés continuó: — Acampen ustedes fuera del campamento durante siete días. Cualquiera que haya matado a alguna persona y cualquiera que haya tocado algún cadáver, se purificará en el tercer día y en el séptimo día, ustedes y sus cautivos.
Asimismo, purificarán todo vestido, todo artículo de cuero, todo objeto de pelo de cabra y todo utensilio de madera.
Entonces el sacerdote Eleazar dijo a los soldados que habían regresado de la guerra: — Este es el estatuto de la ley que el SEÑOR ha mandado a Moisés:
Solo el oro, la plata, el bronce, el hierro, el estaño y el plomo,
todo lo que resiste el fuego, harán pasar por fuego, y será limpio. Pero también será purificado con el agua para la impureza. Todo lo que no resiste el fuego lo pasarán por el agua.
Además, lavarán sus vestiduras en el séptimo día, y quedarán puros. Después podrán entrar en el campamento.
El SEÑOR habló a Moisés diciendo:
“Saca la cuenta, tú con el sacerdote Eleazar y los jefes de las casas paternas de la congregación, de lo que se ha tomado cautivo, tanto de las personas como del ganado.
Luego repartirás lo capturado por partes iguales entre los combatientes que fueron a la guerra y toda la congregación.
“Toma tú para el SEÑOR el tributo de los hombres de guerra que fueron a la campaña, que será de uno por cada quinientos, tanto de las personas como del ganado vacuno, de los asnos y de las ovejas.
Esto lo tomarás de la mitad que les corresponde, y se lo darás al sacerdote Eleazar como ofrenda alzada para el SEÑOR.
De la mitad que corresponde a los hijos de Israel tomarás uno por cada cincuenta, tanto de las personas como del ganado vacuno, de los asnos, de las ovejas y de todo animal, y se los darás a los levitas que tienen el cuidado del tabernáculo del SEÑOR”.