Explicación, estudio y comentario bíblico de Números 31:25-54 verso por verso
El SEÑOR habló a Moisés diciendo:
“Saca la cuenta, tú con el sacerdote Eleazar y los jefes de las casas paternas de la congregación, de lo que se ha tomado cautivo, tanto de las personas como del ganado.
Luego repartirás lo capturado por partes iguales entre los combatientes que fueron a la guerra y toda la congregación.
“Toma tú para el SEÑOR el tributo de los hombres de guerra que fueron a la campaña, que será de uno por cada quinientos, tanto de las personas como del ganado vacuno, de los asnos y de las ovejas.
Esto lo tomarás de la mitad que les corresponde, y se lo darás al sacerdote Eleazar como ofrenda alzada para el SEÑOR.
De la mitad que corresponde a los hijos de Israel tomarás uno por cada cincuenta, tanto de las personas como del ganado vacuno, de los asnos, de las ovejas y de todo animal, y se los darás a los levitas que tienen el cuidado del tabernáculo del SEÑOR”.
Moisés y el sacerdote Eleazar hicieron como el SEÑOR había mandado a Moisés.
El botín que quedaba de lo que tomó la gente del ejército era de seiscientos setenta y cinco mil ovejas,
de setenta y dos mil cabezas de ganado vacuno
y de sesenta y un mil asnos.
En cuanto a las personas, las mujeres que no habían tenido relaciones sexuales con varón fueron en total treinta y dos mil.
La mitad correspondiente a los que habían salido a la guerra fue de trescientas treinta y siete mil quinientas ovejas
(de las cuales el tributo para el SEÑOR fue de seiscientas setenta y cinco),
de treinta y seis mil cabezas de ganado vacuno (de las cuales el tributo para el SEÑOR fue de setenta y dos),
de treinta mil quinientos asnos (de los cuales el tributo para el SEÑOR fue de sesenta y uno),
y de dieciséis mil personas (de las cuales el tributo para el SEÑOR fue de treinta y dos).
Moisés dio el tributo al sacerdote Eleazar, como ofrenda alzada al SEÑOR, como lo había mandado el SEÑOR a Moisés.
La mitad correspondiente a los hijos de Israel y que Moisés apartó de la de los hombres que habían ido a la guerra,
es decir, la mitad para el resto de la congregación, fue de trescientas treinta y siete mil quinientas ovejas,
de treinta y seis mil cabezas de ganado vacuno,
de treinta mil quinientos asnos
y de dieciséis mil personas.
De la mitad que correspondía a los hijos de Israel, Moisés tomó uno de cada cincuenta, tanto de las personas como de los animales, y se los dio a los levitas que tenían el cuidado del tabernáculo del SEÑOR, como lo había mandado el SEÑOR a Moisés.
Entonces se acercaron a Moisés los oficiales de los millares del ejército, los jefes de los millares y los jefes de las centenas,
y dijeron a Moisés: — Tus siervos hemos pasado revista a los hombres de guerra que estuvieron bajo nuestro mando, y ninguno de nosotros falta.
Por tanto, hemos traído una ofrenda al SEÑOR, cada uno de lo que ha hallado: objetos de oro, cadenillas, brazaletes, anillos, aretes y collares, para hacer expiación por nosotros mismos delante del SEÑOR.
Moisés y el sacerdote Eleazar recibieron de ellos el oro y todos los objetos elaborados.
Todo el oro de la ofrenda alzada que ofrecieron al SEÑOR los jefes de los millares y los jefes de las centenas fue de ciento ochenta y cuatro kilos.
Pues los hombres del ejército habían saqueado cada uno para sí.
Moisés y el sacerdote Eleazar recibieron el oro de los jefes de los millares y de los jefes de las centenas, y lo llevaron al tabernáculo de reunión, como recordatorio para los hijos de Israel delante del SEÑOR.