Explicación, estudio y comentario bíblico de Números 31:28-47 verso por verso
“Toma tú para el SEÑOR el tributo de los hombres de guerra que fueron a la campaña, que será de uno por cada quinientos, tanto de las personas como del ganado vacuno, de los asnos y de las ovejas.
Esto lo tomarás de la mitad que les corresponde, y se lo darás al sacerdote Eleazar como ofrenda alzada para el SEÑOR.
De la mitad que corresponde a los hijos de Israel tomarás uno por cada cincuenta, tanto de las personas como del ganado vacuno, de los asnos, de las ovejas y de todo animal, y se los darás a los levitas que tienen el cuidado del tabernáculo del SEÑOR”.
Moisés y el sacerdote Eleazar hicieron como el SEÑOR había mandado a Moisés.
El botín que quedaba de lo que tomó la gente del ejército era de seiscientos setenta y cinco mil ovejas,
de setenta y dos mil cabezas de ganado vacuno
y de sesenta y un mil asnos.
En cuanto a las personas, las mujeres que no habían tenido relaciones sexuales con varón fueron en total treinta y dos mil.
La mitad correspondiente a los que habían salido a la guerra fue de trescientas treinta y siete mil quinientas ovejas
(de las cuales el tributo para el SEÑOR fue de seiscientas setenta y cinco),
de treinta y seis mil cabezas de ganado vacuno (de las cuales el tributo para el SEÑOR fue de setenta y dos),
de treinta mil quinientos asnos (de los cuales el tributo para el SEÑOR fue de sesenta y uno),
y de dieciséis mil personas (de las cuales el tributo para el SEÑOR fue de treinta y dos).
Moisés dio el tributo al sacerdote Eleazar, como ofrenda alzada al SEÑOR, como lo había mandado el SEÑOR a Moisés.
La mitad correspondiente a los hijos de Israel y que Moisés apartó de la de los hombres que habían ido a la guerra,
es decir, la mitad para el resto de la congregación, fue de trescientas treinta y siete mil quinientas ovejas,
de treinta y seis mil cabezas de ganado vacuno,
de treinta mil quinientos asnos
y de dieciséis mil personas.
De la mitad que correspondía a los hijos de Israel, Moisés tomó uno de cada cincuenta, tanto de las personas como de los animales, y se los dio a los levitas que tenían el cuidado del tabernáculo del SEÑOR, como lo había mandado el SEÑOR a Moisés.