Explicación, estudio y comentario bíblico de Números 6:6-12 verso por verso
“Durante todo el tiempo de su consagración al SEÑOR, no se acercará a ninguna persona muerta.
Ni aun por su padre, ni por su madre, ni por su hermano, ni por su hermana se contaminará cuando mueran, porque su consagración a su Dios está sobre su cabeza.
Todo el tiempo de su nazareato será santo al SEÑOR.
“Si alguien muere de repente junto a él, y contamina su cabeza de nazareo, entonces rasurará su cabeza en el día de su purificación; en el séptimo día la rasurará.
Y en el octavo día traerá al sacerdote dos tórtolas o dos pichones de paloma, a la entrada del tabernáculo de reunión.
El sacerdote ofrecerá uno como sacrificio por el pecado y el otro como holocausto, y hará expiación por él, por cuanto pecó a causa del muerto. Así santificará su cabeza en aquel mismo día.
Él consagrará al SEÑOR los días de su nazareato y traerá un cordero de un año como sacrificio por la culpa. Pero los primeros días serán anulados, porque su nazareato fue contaminado.