Explicación, estudio y comentario bíblico de Oseas 12:2-28 verso por verso
El SEÑOR tiene pleito con Judá y dará a Jacob el castigo que corresponde a sus caminos. Le retribuirá conforme a sus obras.
En el vientre suplantó a su hermano y en su edad viril contendió con Dios.
Contendió con el ángel y prevaleció; lloró y le rogó. En Betel lo halló y allí habló con él.
¡SEÑOR, Dios de los Ejércitos, el SEÑOR es su nombre!
Tú, pues, vuélvete a tu Dios; practica la lealtad y el derecho, y espera siempre en tu Dios.
Como mercader que tiene en su mano balanza falsa él ama la opresión.
Y dijo Efraín: “Ciertamente yo me he enriquecido; he hallado riquezas para mí”. Pero todos sus esfuerzos no serán suficientes para borrar el pecado que ha cometido.
“Sin embargo, desde la tierra de Egipto yo soy el SEÑOR tu Dios. Aún te haré habitar en tiendas como en los días de la fiesta.
Yo he hablado a los profetas y he multiplicado la profecía. Por medio de los profetas he expuesto parábolas”.
Si hay iniquidad en Galaad ciertamente serán convertidos en nada. Aunque en Gilgal sacrifiquen toros, sus altares también serán como montones de escombros sobre los surcos del campo.
Jacob huyó a la tierra de Aram; Israel sirvió por una mujer y por una mujer cuidó rebaños.
Por medio de un profeta el SEÑOR hizo subir a Israel de Egipto, y por el profeta fue guardado.
Pero Efraín ha provocado a Dios con amargura. Por tanto, dejará sobre él su culpa de sangre; su Señor le retribuirá su deshonra.