Explicación, estudio y comentario bíblico de Oseas 2:11-20 verso por verso
Haré cesar todo su regocijo: sus fiestas, sus lunas nuevas, sus sábados y todas sus festividades.
Arrasaré sus viñas y sus higueras de las cuales ha dicho: ‘Son la paga que me han dado mis amantes’. Yo las reduciré a matorral y se las comerán los animales del campo.
La castigaré por los días dedicados a los Baales, a los cuales ha quemado incienso y para los cuales se ha adornado con sus aretes y sus joyas. Ella se ha ido tras sus amantes y se ha olvidado de mí”, dice el SEÑOR.
“Sin embargo, he aquí que yo la persuadiré, la llevaré al desierto y hablaré a su corazón.
Y desde allí le daré sus viñas y el valle de Acor será como puerta de esperanza. Allí me responderá como en los días de su juventud y como en el día en que subió de la tierra de Egipto.
Sucederá en aquel día, dice el SEÑOR, que me llamarás: ‘Marido mío’ y nunca más me llamarás: ‘Señor mío’.
Porque yo quitaré de su boca los nombres de los Baales y nunca más serán mencionados sus nombres.
“En aquel día haré por ellos un pacto con los animales del campo, con las aves del cielo y con las serpientes de la tierra. Quebraré el arco y la espada, y anularé la guerra en la tierra. Y los haré dormir seguros.
“Te desposaré conmigo para siempre; te desposaré conmigo en justicia y derecho, en lealtad y compasión.
Yo te desposaré conmigo en fidelidad y conocerás al SEÑOR.