Explicación, estudio y comentario bíblico de Oseas 9:7-28 verso por verso
¡Han llegado los días del castigo; han llegado los días de la retribución! ¡Que lo sepa Israel! El profeta es necio; el hombre inspirado está loco a causa de la grandeza de tu pecado y de tu gran hostilidad.
El profeta es centinela de Efraín, el pueblo de mi Dios; pero ahora le pone trampas en todos sus caminos. Hay hostilidad en la casa de su Dios.
Profundizaron su corrupción como en los días de Gabaa. Ahora se acordará Dios de su iniquidad y castigará su pecado.
“Como a uvas en el desierto hallé a Israel; como el fruto temprano de una higuera primeriza vi a sus padres. Pero ellos acudieron al Baal de Peor, se consagraron a la vergüenza y se volvieron tan detestables como aquello que les apasionaba.
Cual ave volará la gloria de Efraín: sin nacimiento, sin embarazo y sin concepción.
Aunque críen a sus hijos los privaré de ellos sin dejarles uno solo. ¡Ay de ellos también cuando yo me aparte de ellos!”.
Cuando vi a Efraín, él era una roca asentada en una pradera. Sin embargo, Efraín entregará sus hijos al verdugo.
Dales, oh SEÑOR, lo que les has de dar: Dales matriz que aborte y pechos resecos.
“Toda la maldad de ellos ha tenido lugar en Gilgal. Allí, pues, les tomé aversión. Por la maldad de sus obras los echaré de mi casa; no los amaré más. Todos sus dirigentes son desleales.
Efraín ha sido herido; se ha secado su raíz y no dará más fruto. Aunque engendren hijos yo mataré ese tesoro de sus vientres”.
Mi Dios los desechará porque no lo escucharon. Andarán errantes entre las naciones.