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“Pero, por cuanto llamé y se resistieron; extendí mis manos y no hubo quien escuchara
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(más bien, desecharon todo consejo mío y no quisieron mi reprensión),
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yo también me reiré en su calamidad. Me burlaré cuando les llegue lo que temen,
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cuando llegue como destrucción lo que temen, cuando su calamidad llegue como un torbellino y vengan sobre ustedes tribulación y angustia.
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“Entonces me llamarán y no responderé; me buscarán con diligencia y no me hallarán,
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