-
El hijo sabio acepta la disciplina de su padre, pero el burlador no escucha la corrección.
-
Del fruto de su boca el hombre comerá el bien, pero el alma de los traicioneros hallará el mal.
-
El que guarda su boca guarda su vida, pero al que mucho abre sus labios le vendrá ruina.
-
El alma del perezoso desea y nada alcanza, pero el alma de los diligentes será prosperada.
-
El justo aborrece la palabra de mentira, pero el impío se hace odioso y trae deshonra.
-
La justicia guarda al íntegro de camino, pero la impiedad arruina al pecador.
-
Hay quienes pretenden ser ricos, pero no tienen nada; y hay quienes pretenden ser pobres, pero tienen muchas riquezas.
-
Las riquezas del hombre pueden ser el rescate de su vida, pero el pobre ni oye las amenazas.
-
La luz de los justos brilla con alegría, pero la lámpara de los impíos se apagará.
Continúa después de la publicidad