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Más vale el buen nombre que las muchas riquezas; y el ser apreciado más que la plata y el oro.
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El rico y el pobre tienen esto en común: A todos ellos los hizo el SEÑOR.
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El prudente ve el mal y se esconde, pero los ingenuos pasan y reciben el daño.
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Riquezas, honra y vida son la remuneración de la humildad y deltemor del SEÑOR.
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Espinas y trampas hay en el camino del perverso; el que guarda su vida se alejará de ellos.
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Instruye al niño en su camino; y aun cuando sea viejo no se apartaráde él.
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El rico domina a los pobres, y el que toma prestado es esclavo del que presta.
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El que siembra iniquidad segará maldad, y la vara de su ira será destruida.
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El de ojos bondadosos será bendito, porque de su pan da al necesitado.
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Echa fuera al burlador y se evitará la contienda; también cesarán el pleito y la afrenta.
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El rey ama al de corazón puro, y el que tiene gracia de labios será su amigo.
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Los ojos del SEÑOR custodian el conocimiento, pero él arruina las cosas de los traicioneros.
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Dice el perezoso: “¡Afuera hay un león! ¡En medio de la calle seré descuartizado!”.
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Fosa profunda es la boca de la mujer extraña; aquel contra quien el SEÑOR está airado caerá en ella.
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La insensatez está ligada al corazón del joven, pero la vara de la disciplina la hará alejarse de él.
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El que para enriquecerse explota al pobre o da al rico, ciertamente vendrá a pobreza.
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Inclina tu oído y escucha las palabras de los sabios; dispón tu corazón a mi conocimiento.
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Porque es cosa placentera que las guardes en tu corazón, y que a la vez se afirmen en tus labios.
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Para que tu confianza esté en el SEÑOR te las hago saber hoy también a ti.
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¿Acaso no he escrito para ti treinta dichos de consejos y conocimiento?
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Son para darte a conocer la certidumbre de las palabras de verdad, a fin de que puedas responder palabras de verdad a los que te envían.
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No robes al pobre, porque es pobre; ni oprimas al afligido en las puertas de la ciudad.
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Porque el SEÑOR defenderá la causa de ellos y despojará al alma de quienes los despojan.
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No hagas amistad con el iracundo ni tengas tratos con el violento,
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no sea que aprendas sus maneras y pongas una trampa para tu propia vida.
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No estés entre los que se dan la mano, entre los que dan fianza por deudas.
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Si no tienes con qué pagar, ¿por qué han de quitar tu cama de debajo de ti?
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No cambies de lugar el lindero antiguo que establecieron tus padres.
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¿Has visto un hombre diligente en su trabajo? En la presencia de los reyes estará. No estará en presencia de los de baja condición.