• Proverbios 23:15

    Hijo mío, si tu corazón es sabio también a mí se me alegrará el corazón.

  • Proverbios 23:16

    Mis entrañas se regocijarán, cuando tus labios hablen cosas rectas.

  • Proverbios 23:17

    No tenga tu corazón envidia de los pecadores. Más bien, en todo tiempo permanece tú en el temor del SEÑOR.

  • Proverbios 23:18

    Porque ciertamente hay un porvenir, y tu esperanza no será frustrada.

  • Proverbios 23:19

    Escucha tú, hijo mío, y sé sabio; endereza tu corazón en el camino.

  • Proverbios 23:20

    No estés con los bebedores de vino ni con los comilones de carne.

  • Proverbios 23:21

    Porque el bebedor y el comilón empobrecerán, y el dormitar hará vestir harapos.

  • Proverbios 23:22

    Escucha a tu padre que te engendró; y cuando tu madre envejezca no la menosprecies.

  • Proverbios 23:23

    Adquiere la verdad y no la vendas; adquiere sabiduría, disciplina e inteligencia.

  • Proverbios 23:24

    Mucho se alegrará el padre del justo; el que engendró un hijo sabio se gozará con él.

  • Proverbios 23:25

    Alégrense tu padre y tu madre y gócese la que te dio a luz.

  • Proverbios 23:26

    Dame, hijo mío, tu corazón, y observen tus ojos mis caminos.

  • Proverbios 23:27

    Porque fosa profunda es la prostituta; pozo angosto es la mujer extraña.

  • Proverbios 23:28

    También ella acecha como asaltante, y multiplica entre los hombres a los traicioneros.

  • Proverbios 23:29

    ¿Para quién será el ay? ¿Para quién será el dolor? ¿Para quién serán las rencillas? ¿Para quién los quejidos? ¿Para quién las heridas gratuitas? ¿Para quién lo enrojecido de los ojos?

  • Proverbios 23:30

    Para los que se detienen mucho sobre el vino; para los que se lo pasan probando el vino mezclado.

  • Proverbios 23:31

    No mires el vino cuando rojea, cuando resplandece su color en la copa, cuando entra suavemente.

  • Proverbios 23:32

    Al fin muerde como serpiente y envenena como víbora.

  • Proverbios 23:33

    Tus ojos mirarán cosas extrañas y tu corazón hablará perversidades.

  • Proverbios 23:34

    Serás como el que yace en medio del mar o como el que yace en la punta de un mástil.

  • Proverbios 23:35

    Dirás: “Me golpearon, pero no me dolió; me azotaron, pero no lo sentí. Cuando me despierte, lo volveré a buscar”.

Continúa después de la publicidad