-
No tenga tu corazón envidia de los pecadores. Más bien, en todo tiempo permanece tú en el temor del SEÑOR.
-
Porque ciertamente hay un porvenir, y tu esperanza no será frustrada.
-
Escucha tú, hijo mío, y sé sabio; endereza tu corazón en el camino.
-
No estés con los bebedores de vino ni con los comilones de carne.
-
Porque el bebedor y el comilón empobrecerán, y el dormitar hará vestir harapos.
Continúa después de la publicidad