-
Mejor es la reprensión manifiesta que el amor oculto.
-
Fieles son las heridas que causa el que ama, pero engañosos son los besos del que aborrece.
-
La persona saciada desprecia el panal, pero para la hambrienta todo lo amargo es dulce.
-
Como el ave que vaga lejos de su nido, así es el hombre que vaga lejos de su lugar.
-
El aceite y el perfume alegran el corazón; y la dulzura de un amigo más que el consejo del alma.
-
No abandones a tu amigo ni al amigo de tu padre, y no vayas a la casa de tu hermano en el día de tu infortunio; pues es mejor el vecino cerca que el hermano lejos.
-
Sé sabio, hijo mío, y alegra mi corazón; así tendré qué responder al que me ultraja.
-
El prudente ve el mal y se esconde, pero los ingenuos pasan y reciben el daño.
-
Quítale su ropa al que salió fiador del extraño, y tómale prenda al que se fía de la mujer ajena.
-
Al que bendice a su prójimo en alta voz, madrugando de mañana, se le contará por maldición.
-
Gotera continua en un día de lluvia y mujer rencillosa son semejantes;
-
sujetarla es sujetar al viento o al aceite en la mano derecha.
-
El hierro con hierro se afila y el hombre afina el semblante de su amigo.
-
El que cuida de su higuera comerá de su fruto, y el que atiende a su señor logrará honra.
-
Como el agua refleja la cara, así el corazón del hombre refleja al hombre.
-
El Seol y el Abadón nunca se sacian; así nunca se sacian los ojos del hombre.
-
El crisol prueba la plata, la hornaza el oro; y al hombre, la boca del que lo alaba.
-
Aunque machaques al insensato con el pisón de un mortero en medio del grano, no se apartará de su insensatez.
-
Considera atentamente el estado de tu ganado; presta atención a tus rebaños.
-
Porque las riquezas no duran para siempre ni se transmite una corona de generación en generación.
-
Saldrá la grama, aparecerá la hierba, y serán recogidas las plantas de las colinas.
-
Los corderos proveerán para tu vestido, y los machos cabríos para el precio del campo.
-
La abundancia de la leche de las cabras será para tu sustento y para el sustento de tu casa y de tus criadas.