-
Huye el impío sin que nadie lo persiga, pero los justos están confiados como un león.
-
Por la rebelión del país se multiplican sus gobernantes, pero por el hombre de entendimiento y de inteligencia permanecerá.
-
El hombre pobre que oprime a los más débiles es como lluvia torrencial que deja sin pan.
-
Los que abandonan la ley alaban a los impíos, pero los que guardan la ley contenderán con ellos.
-
Los hombres malos no entienden el derecho, pero los que buscan al SEÑOR lo entienden todo.
-
Mejor es el pobre que camina en su integridad que el de caminos torcidos aunque sea rico.
-
El que guarda la ley es hijo inteligente, pero el que se junta con glotones avergüenza a su padre.
-
El que aumenta sus riquezas con usura e intereses acumula para el que se compadece de los pobres.
-
El que aparta su oído para no oír la ley, aun su oración es abominable.
-
El que hace errar a los rectos por el mal camino, él caerá en su propia fosa; pero los íntegros heredarán el bien.
-
El hombre rico es sabio en su propia opinión, pero el pobre que es inteligente lo escudriña.
-
Cuando triunfan los justos grande es la gloria; pero cuando se levantan los impíos se esconden los hombres.
-
El que encubre sus pecados no prosperará, pero el que los confiesa y los abandona alcanzará misericordia.