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Bienaventurado el hombre que siempre teme, pero el que endurece su corazón caerá en el mal.
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León rugiente y oso que embiste es el gobernante impío sobre el pueblo empobrecido.
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El gobernante falto de entendimiento aumenta la extorsión, pero el que aborrece las ganancias deshonestas alargará sus días.
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