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El siervo no se corrige solo con palabras porque entiende, pero no hace caso.
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¿Has visto a un hombre apresurado en sus palabras? Más esperanza hay del necio que de él.
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El que mima a su siervo desde la niñez, a la postre, este será su heredero.
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El hombre iracundo suscita contiendas, y el furioso comete muchas transgresiones.
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La soberbia del hombre lo abate, pero al humilde de espíritu le sustenta la honra.
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El cómplice del ladrón aborrece su vida; aunque oiga las maldiciones no lo denunciará.
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El temor al hombre pone trampas, pero el que confía en el SEÑOR estará a salvo.
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Muchos buscan el favor del gobernante, pero del SEÑOR proviene el derecho de cada uno.
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Abominación es a los justos el hombre inicuo, y el de caminos rectos es abominación al impío.
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