-
Entonces andarás confiadamente por tu camino y tu pie no tropezará.
-
Cuando te acuestes no tendrás temor; más bien, te acostarás y tu sueño será dulce.
-
No tendrás temor del espanto repentino ni de la ruina de los impíos, cuando llegue,
-
porque el SEÑOR será tu confianza y él guardará tu pie de caer en la trampa.
Continúa después de la publicidad