-
Honra al SEÑOR con tus riquezas y con las primicias de todos tus frutos.
-
Así tus graneros estarán llenos con abundancia, y tus lagares rebosarán de vino nuevo.
-
No deseches, hijo mío, la disciplina del SEÑOR ni te resientas por su reprensión;
-
porque el SEÑOR disciplina al que ama, como el padre al hijo a quien quiere.
Continúa después de la publicidad