Explicación, estudio y comentario bíblico de Romanos 2:15-23 verso por verso
Ellos muestran la obra de la ley escrita en su corazón, mientras que su conciencia concuerda en su testimonio; y sus razonamientos se acusan o se excusan unos a otros
en el día en que, conforme a mi evangelio, Dios juzgue los secretos de los hombres por medio de Cristo Jesús.
He aquí, tú tienes nombre de ser judío, te apoyas en la ley y te glorías en Dios.
Tú conoces su voluntad y apruebas lo que más vale porque estás instruido en la ley.
Tú estás persuadido de que eres guía de los ciegos, luz de los que están en tinieblas,
instructor de los que no saben, maestro de niños, teniendo en la ley la completa expresión del conocimiento y de la verdad.
Tú, pues, que enseñas a otro, ¿no te enseñas a ti mismo? Tú que predicas contra el robo, ¿robas?
Tú que hablas contra el adulterio, ¿cometes adulterio? Tú que abominas a los ídolos, ¿cometes sacrilegio?
Tú que te jactas en la ley, ¿deshonras a Dios con la infracción de la ley?