Explicación, estudio y comentario bíblico de Romanos 8:27-34 verso por verso
Y el que escudriña los corazones sabe cuál es la intención del Espíritu, porque él intercede por los santos conforme a la voluntad de Dios.
Y sabemos que Dios hace que todas las cosas ayuden para bien a los que lo aman; esto es, a los que son llamados conforme a su propósito.
Sabemos que a los que antes conoció, también los predestinó para que fuesen hechos conformes a la imagen de su Hijo a fin de que él sea el primogénito entre muchos hermanos.
Y a los que predestinó, a estos también llamó; y a los que llamó, a estos también justificó; y a los que justificó, a estos también glorificó.
¿Qué, pues, diremos frente a estas cosas? Si Dios es por nosotros, ¿quién contra nosotros?
El que no eximió ni a su propio Hijo sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos dará gratuitamente también con él todas las cosas?
¿Quién acusará a los escogidos de Dios? El que justifica es Dios.
¿Quién es el que condenará? Cristo es el que murió; más aún, es el que también resucitó; quien, además, está a la diestra de Dios, y quien también intercede por nosotros.