• Romanos 8:3

    Porque Dios hizo lo que era imposible para la ley, por cuanto ella era débil por la carne: Habiendo enviado a su propio Hijo en semejanza de carne de pecado y a causa del pecado, condenó al pecado en la carne

  • Romanos 8:4

    para que la justa exigencia de la ley fuese cumplida en nosotros que no andamos conforme a la carne sino conforme al Espíritu.

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