• Romanos 9:20

    Antes que nada, oh hombre, ¿quién eres tú para que contradigas a Dios? ¿Dirá el vaso formado al que lo formó: “¿Por qué me hiciste así?”.

  • Romanos 9:21

    ¿O no tiene autoridad el alfarero sobre el barro para hacer de la misma masa un vaso para uso honroso y otro para uso común?

  • Romanos 9:22

    ¿Y qué hay si Dios, queriendo mostrar su ira y dar a conocer su poder, soportó con mucha paciencia a los vasos de ira que han sido preparados para destrucción?

  • Romanos 9:23

    ¿Y qué hay si él hizo esto para dar a conocer las riquezas de su gloria sobre los vasos de misericordia que había preparado de antemano para gloria,

  • Romanos 9:24

    a los cuales también ha llamado, esto es, a nosotros, no solo de entre los judíos sino también de entre los gentiles?

  • Romanos 9:25

    Como también en Oseas dice: Al que no era mi pueblo llamaré pueblo mío, y a la no amada, amada.

  • Romanos 9:26

    Y será que, en el lugar donde se les dijo: “Ustedes no son mi pueblo”, allí serán llamados hijos del Dios viviente.

  • Romanos 9:27

    También Isaías proclama con respecto a Israel: Aunque el número de los hijos de Israel sea como la arena del mar, el remanente será salvo.

  • Romanos 9:28

    Porque el Señor ejecutará su palabra pronto y con vigor sobre la tierra.

  • Romanos 9:29

    Y como dijo antes Isaías: Si el Señor de los Ejércitos no nos hubiera dejado descendencia, habríamos llegado a ser como Sodoma y seríamos semejantes a Gomorra.

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