• Rut 3:10

    Él dijo: — El SEÑOR te bendiga, hija mía. Esta última acción tuya es mejor que la primera, porque no has ido tras los jóvenes, sean pobres o ricos.

  • Rut 3:11

    Ahora pues, no temas, hija mía. Yo haré por ti todo lo que tú digas, pues todos en mi ciudad saben que tú eres una mujer virtuosa.

  • Rut 3:12

    Ahora bien, aunque es cierto que yo soy pariente redentor, hay otro pariente redentor más cercano que yo.

  • Rut 3:13

    Pasa la noche y cuando sea de día, si él te redime, está bien; que te redima. Pero si él no te quiere redimir, ¡vive el SEÑOR, que yo te redimiré! Acuéstate hasta la mañana.

  • Rut 3:14

    Así durmió a sus pies hasta la mañana, pero se levantó antes que nadie pudiera distinguir a su compañero. Porque él dijo: — Que no se sepa que una mujer ha venido a la era.

  • Rut 3:15

    — También le dijo — : Dame el manto que está sobre ti y sostenlo. Ella lo sostuvo, y él midió cuarenta kilosde cebada y las puso sobre ella. Entonces ella se fue a la ciudad.

  • Rut 3:16

    Y cuando vino a su suegra, esta le preguntó: — ¿Qué sucedió, hija mía? Ella le declaró todo lo que el hombre había hecho por ella.

  • Rut 3:17

    Y añadió: — Me dio estos cuarenta kilos de cebada, diciendo: “Para que no vayas a tu suegra con las manos vacías”.

  • Rut 3:18

    Entonces Noemí dijo: — Descansa, hija mía, hasta que sepas cómo resulta la cosa. Porque el hombre no tendrá sosiego hasta que concluya hoy mismo el asunto.

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