-
Con arrogancia el impío persigue al pobre. ¡Sean atrapados en los artificios que han maquinado!
-
Porque el impío se gloría del apetito de su alma, y el codicioso maldice y desprecia al SEÑOR.
-
El impío, por la altivez de su rostro, no le busca; no está Dios en ninguno de sus pensamientos.
-
En todo tiempo son torcidos sus caminos; tus juicios están muy por encima de su vista, y a todos sus adversarios desprecia.
Continúa después de la publicidad