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No pondré delante de mis ojos cosa indigna; aborrezco la obra de los que se desvían. Ella no se me pegará.
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El corazón perverso será apartado de mí; no reconoceré al malo.
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Al que solapadamente difama a su prójimo, a ese yo lo silenciaré; no soportaré al de ojos altaneros y de corazón arrogante.
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Mis ojos pondré en los fieles de la tierra para que habiten conmigo. El que anda en camino de integridad, ese me servirá.
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No habitará dentro de mi casa el que hace fraude; el que habla mentira no se afirmará delante de mis ojos.
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Por las mañanas cortaré de la tierra a todos los impíos para extirpar de la ciudad del SEÑOR a todos los que obran iniquidad.
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