-
Porque mis días se han disipado como humo; mis huesos arden como un brasero.
-
Mi corazón ha sido herido y se ha secado como la hierba por lo cual me olvidé de comer mi pan.
-
Por la voz de mi gemido mis huesos se han pegado a mi carne.
-
Soy semejante al búho del desierto; soy como la lechuza de los sequedales.
-
Estoy insomne; soy como un pájaro solitario sobre el tejado.
-
Todo el día me afrentan mis enemigos; los que me escarnecen se han conjurado contra mí.
-
Por eso he comido ceniza como pan, y mi bebida mezclo con llanto
-
a causa de tu enojo y de tu ira. Porque me levantaste y me arrojaste,
-
mis días son como la sombra que se va. Me he secado como la hierba.
Continúa después de la publicidad