-
Tú eres el que vierte los manantiales en los arroyos; corren entre las colinas.
-
Dan de beber a todos los animales del campo; los asnos monteses mitigan su sed.
-
Junto a ellos habitan las aves del cielo y trinan entre las ramas.
-
Tú das de beber a las montañas desde tus altas moradas; del fruto de tus obras se sacia la tierra.
-
Haces producir el pasto para los animales y la vegetación para el servicio del hombre a fin de sacar de la tierra el alimento:
-
el vino que alegra el corazón del hombre, el aceite que hace lucir su rostro, y el pan que sustenta el corazón del hombre.
-
Se llenan de savia los árboles del SEÑOR; los cedros del Líbano que él plantó.
-
Allí anidan las aves; en sus copas hace su nido la cigüeña.
-
Los montes altos son para las cabras monteses; las peñas, para las madrigueras de los conejos.
-
Tú eres el que hizo la luna para las estaciones; el sol conoce su ocaso.
Continúa después de la publicidad