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¡Aleluya! ¡Alaben al SEÑOR, porque es bueno; porque para siempre es su misericordia!
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¿Quién declarará las proezas del SEÑOR? ¿Quién hará oír todas sus alabanzas?
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Bienaventurados los que guardan el derecho, los que en todo tiempo hacen justicia.
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Acuérdate de mí, oh SEÑOR, según tu benevolencia para con tu pueblo. Visítame con tu salvación
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para que vea el bien de tus escogidos, para que me alegre con la alegría de tu pueblo, para que me gloríe con tu heredad.
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