-
¡Alaben al SEÑOR, porque es bueno; porque para siempre es su misericordia!
-
Díganlo los redimidos del SEÑOR, los que ha redimido del poder del enemigo
-
y los que ha congregado de las tierras del oriente y del occidente, del norte y del sur.
-
Perdidos anduvieron por el desierto, en el sequedal; no hallaron camino hacia una ciudad habitada.
-
Estaban hambrientos y sedientos; sus almas desfallecían en ellos.
-
Pero cuando en su angustia clamaron al SEÑOR, él los libró de sus aflicciones.
-
Los dirigió por camino derecho para que fuesen a una ciudad en que habitar.
-
¡Den gracias al SEÑOR por su misericordia y por sus maravillas para con los hijos del hombre!
-
Porque él sacia al alma sedienta y llena de bien al alma hambrienta.
Continúa después de la publicidad