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Pero tú, oh SEÑOR Dios, favoréceme por amor de tu nombre; líbrame, porque buena es tu misericordia.
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Yo soy pobre y necesitado, y mi corazón está herido dentro de mí.
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Voy como la sombra cuando se extiende; soy sacudido como la langosta.
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Mis rodillas están debilitadas a causa del ayuno, y mi carne está desfallecida por falta de alimento.
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Fui para ellos objeto de oprobio; me miraban y movían la cabeza.
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