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Ayúdame, oh SEÑOR, Dios mío; sálvame conforme a tu misericordia.
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Entiendan que esta es tu mano y que tú, oh SEÑOR, has hecho esto.
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Que maldigan ellos, pero bendice tú; que se levanten pero sean avergonzados. Y que tu siervo se regocije.
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Sean vestidos de ignominia los que me calumnian, y vístanse con su vergüenza como de manto.
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Agradeceré al SEÑOR en gran manera con mi boca; en medio de muchos le alabaré.
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Porque él se pondrá a la derecha del necesitado para salvar su vida de los que le juzgan.
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