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El SEÑOR está en su santo templo; el SEÑOR tiene su trono en los cielos. Sus ojos ven; sus párpados examinan a los hijos del hombre.
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El SEÑOR prueba al justo, pero su alma aborrece al impío y al que ama la violencia.
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Sobre los impíos hará llover brasas; fuego, azufre y vientos huracanados serán la porción de la copa de ellos.
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Porque el SEÑOR es justo y ama la justicia; los rectos contemplarán su rostro.
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