• Salmo 116:2

    porque ha inclinado a mí su oído. Por tanto, le invocaré todos mis días.

  • Salmo 116:3

    Me rodearon las ataduras de la muerte; me encontraron las angustias del Seol. En angustia y en dolor me encontraba.

  • Salmo 116:4

    Entonces invoqué el nombre del SEÑOR diciendo: “¡Libra, oh SEÑOR, mi vida!”.

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