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¡Alaben al SEÑOR porque es bueno; porque para siempre es su misericordia!
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Diga, por favor, Israel: “¡Para siempre es su misericordia!”.
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Diga, por favor, la casa de Aarón: “¡Para siempre es su misericordia!”.
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Digan, por favor, los que temen al SEÑOR: “¡Para siempre es su misericordia!”.
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Al SEÑOR invoqué desde la angustia, y el SEÑOR me respondió poniéndome en lugar espacioso.
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El SEÑOR está conmigo; no temeré lo que me pueda hacer el hombre.
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El SEÑOR está conmigo, con los que me ayudan. Por tanto, yo veré mi deseo en los que me aborrecen.
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Mejor es refugiarse en el SEÑOR que confiar en el hombre.
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Mejor es refugiarse en el SEÑOR que confiar en los poderosos.
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Todas las naciones me rodearon; en el nombre del SEÑOR yo las destruiré.
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Me rodearon y me asediaron; en el nombre del SEÑOR yo las destruiré.
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Me rodearon como abejas, ardieron como fuego de espinos; en el nombre del SEÑOR yo las destruiré.
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Fui empujado con violencia para que cayese; pero el SEÑOR me socorrió.
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El SEÑOR es mi fortaleza y mi canción; él es mi salvación.
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¡Voz de júbilo y de salvación hay en las moradas de los justos! ¡La diestra del SEÑOR hace proezas!
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¡La diestra del SEÑOR está levantada, en alto! ¡La diestra del SEÑOR hace proezas!
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No moriré, sino que viviré y contaré las obras del SEÑOR.
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Duramente me castigó el SEÑOR pero no me entregó a la muerte.