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Al SEÑOR invoqué desde la angustia, y el SEÑOR me respondió poniéndome en lugar espacioso.
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El SEÑOR está conmigo; no temeré lo que me pueda hacer el hombre.
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El SEÑOR está conmigo, con los que me ayudan. Por tanto, yo veré mi deseo en los que me aborrecen.
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Mejor es refugiarse en el SEÑOR que confiar en el hombre.
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Mejor es refugiarse en el SEÑOR que confiar en los poderosos.
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Todas las naciones me rodearon; en el nombre del SEÑOR yo las destruiré.
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Me rodearon y me asediaron; en el nombre del SEÑOR yo las destruiré.
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Me rodearon como abejas, ardieron como fuego de espinos; en el nombre del SEÑOR yo las destruiré.
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Fui empujado con violencia para que cayese; pero el SEÑOR me socorrió.
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El SEÑOR es mi fortaleza y mi canción; él es mi salvación.
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¡Voz de júbilo y de salvación hay en las moradas de los justos! ¡La diestra del SEÑOR hace proezas!
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¡La diestra del SEÑOR está levantada, en alto! ¡La diestra del SEÑOR hace proezas!
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No moriré, sino que viviré y contaré las obras del SEÑOR.
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Duramente me castigó el SEÑOR pero no me entregó a la muerte.
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¡Ábranme las puertas de la justicia! Entraré por ellas y daré gracias al SEÑOR.
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Esta es la puerta del SEÑOR; por ella entrarán los justos.
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Te daré gracias porque me has respondido y has sido mi salvación.
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La piedra que desecharon los edificadores ha venido a ser la principal del ángulo.
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De parte del SEÑOR es esto; es una maravilla a nuestros ojos.
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Este es el día que hizo el SEÑOR; nos gozaremos y nos alegraremos en él.
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¡Oh SEÑOR, sálvanos, por favor! ¡Oh SEÑOR, haznos prosperar!
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¡Bendito el que viene en el nombre del SEÑOR! Desde la casa del SEÑOR los bendecimos.
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El SEÑOR es Dios y nos ha resplandecido. Aten ramas festivas junto a los cuernos del altar.
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Mi Dios eres tú; a ti te daré gracias. Oh Dios mío, a ti te ensalzaré.
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¡Alaben al SEÑOR, porque es bueno; porque para siempre es su misericordia!