-
Lámpara es a mis pies tu palabra y lumbrera a mi camino.
-
He jurado guardar tus justos juicios, y lo he de cumplir.
-
Oh SEÑOR, afligido estoy en gran manera; vivifícame conforme a tu palabra.
-
Sean agradables a ti, oh SEÑOR, las ofrendas de mi boca; y enséñame tus juicios.
-
De continuo está mi vida en peligro pero no me olvido de tu ley.
-
Los impíos me pusieron trampa pero no me desvié de tus ordenanzas.
-
Tus testimonios son mi heredad para siempre porque ellos son el gozo de mi corazón.
-
He inclinado mi corazón para poner por obra tus leyes de continuo y hasta el fin.
Continúa después de la publicidad