-
Enséñame, oh SEÑOR, el camino de tus leyes, y lo guardaré hasta el fin.
-
Dame entendimiento, y guardaré tu ley; la observaré con todo el corazón.
-
Guíame por la senda de tus mandamientos porque en ella me deleito.
-
Inclina mi corazón a tus testimonios y no a las ganancias deshonestas.
-
Aparta mis ojos para que no vean la vanidad; vivifícame en tu camino.
Continúa después de la publicidad