-
¡Cuánto amo tu ley! Todo el día ella es mi meditación.
-
Por tus mandamientos me has hecho más sabio que mis enemigos, porque para siempre son míos.
-
He comprendido más que todos mis instructores porque tus testimonios son mi meditación.
-
He entendido más que los ancianos porque he guardado tus ordenanzas.
Continúa después de la publicidad