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Al músico principal. Salmo de David. ¿Hasta cuándo, oh SEÑOR? ¿Me olvidarás para siempre? ¿Hasta cuándo esconderás tu rostro de mí?
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¿Hasta cuándo tendré conflicto en mi alma y todo el día angustia en mi corazón? ¿Hasta cuándo será enaltecido mi enemigo sobre mí?
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¡Mira; respóndeme, oh SEÑOR, Dios mío! Alumbra mis ojos para que no duerma de muerte.
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No sea que mi enemigo diga: “¡Lo vencí!”. Mis enemigos se alegrarán si yo resbalo.
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Pero yo confío en tu misericordia; mi corazón se alegra en tu salvación.
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Cantaré al SEÑOR porque me ha colmado de bien.
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