• Salmo 14:1

    Al músico principal. Salmo de David. Dijo el necio en su corazón: “No hay Dios”. Se han corrompido; han hecho cosas abominables. No hay quien haga el bien.

  • Salmo 14:2

    El SEÑOR miró desde los cielos sobre los hijos del hombre para ver si había algún sensato que buscara a Dios.

  • Salmo 14:3

    Pero todos se habían desviado; a una se habían corrompido. No había quien hiciera el bien; no había ni siquiera uno.

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