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Oh SEÑOR, ¿qué es el hombre para que pienses en él? ¿Qué es el hijo del hombre para que lo estimes?
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El hombre es semejante a un soplo; sus días son como la sombra que pasa.
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Oh SEÑOR, inclina tus cielos y desciende; toca las montañas y humeen.
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Despide relámpagos y dispérsalos; envía flechas y túrbalos.
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