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Se multiplicarán los dolores de quienes se apresuran tras otro dios. Yo no ofreceré sus sacrificios de sangre ni con mis labios mencionaré sus nombres.
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Oh SEÑOR, porción de mi herencia, y mi copa, ¡tú sustentas mi destino!
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Los linderos me han tocado en lugar placentero; es hermosa la heredad que me ha tocado.
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