-
Se multiplicarán los dolores de quienes se apresuran tras otro dios. Yo no ofreceré sus sacrificios de sangre ni con mis labios mencionaré sus nombres.
-
Oh SEÑOR, porción de mi herencia, y mi copa, ¡tú sustentas mi destino!
-
Los linderos me han tocado en lugar placentero; es hermosa la heredad que me ha tocado.
-
Bendeciré al SEÑOR, que me aconseja; aun en las noches me corrige mi conciencia.
Continúa después de la publicidad