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En cuanto a las obras de los hombres, por la palabra de tus labios me he guardado de las sendas de los violentos.
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Mis pasos se han mantenido en tus caminos para que mis pies no resbalen.
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Yo te invoco, porque tú oirás, oh Dios. Inclina a mí tu oído; escucha mi palabra.
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